InfoConsejos
Empieza y acaba el día con una ducha en las piernas
La hidroterapia, basada en el contraste de temperatura, favorece la elasticidad de las venas y proporciona sensación de alivio ante molestias como picor, ardor y dolor.
Dirige el chorro de agua primero hacia los pies y luego ve subiendo por las pantorrillas, las rodillas y los muslos. Alterna agua fría y caliente, pero acaba siempre con frío para activar la circulación.
Camina de puntillas unos minutos
La presión que hace el músculo al contraerse facilita el retorno venoso. Primero, da pasitos suaves caminando descalza de puntillas: hacia delante y hacia atrás. Después, anda durante 2 minutos marcando el paso de forma exagerada y apoyando bien la punta del pie que quede atrás.
Para terminar, junta las piernas y sube y baja un talón apoyándote en los dedos. Luego, cambia de pie.
Usa medias de compresión, también en verano
Aprietan más en la zona del tobillo y disminuyen la tensión a medida que se acercan a la rodilla. Si sueles usarlas en invierno porque tienes alguna variz, no prescindas de ellas en verano (cuando más falta te hacen, ya que el calor provoca el aumento del calibre de las venas y por eso duelen).
Acuérdate de no cruzar las piernas
Esta postura comprime las venas, de modo que dificulta el flujo natural de la sangre. Aunque cuesta mucho "desaprender" este hábito, debes evitarlo.
Masajea tus piernas con las dos manos
Los masajes manuales y la presoterapia son técnicas efectivas que se realizan en centros, pero también puedes aliviar los síntomas de las varices en casa: Date automasajes con ambas manos en una pierna, empezando por los dedos de los pies y subiendo suavemente hasta la ingle por los dos lados. Insiste en los muslos con movimientos circulares y repite con la otra pierna.
Comprueba cuánto miden tus tacones
Que no sean muy altos. Este tipo de tacones hace que todo el peso del cuerpo recaiga en los tobillos, provocando hinchazón. Pero tampoco te convienen muy bajos.
Toma menos sal y más omega 3
Con la sal, recurre al truco de la cucharilla: lo que cabe en una de postre (5 gramos) es el máximo que debes tomar en todo el día (ten en cuenta que hay muchos productos que llevan sal añadida, no solo cuenta la que pongas con el salero. Exceder esa cantidad favorece la retención de líquidos, que provoca hinchazón de tobillos.
Muévete más
Hacer ejercicio físico activa la musculatura de las piernas y eso ayuda a tu sistema venoso. Descarta deportes en los que los pies impacten contra el suelo (como correr), ya que empeoran los problemas de circulación. Opta mejor por caminar, ir en bici, nadar...
Evita el exceso de calor en las piernas
La depilación con cera caliente, las saunas o los baños a altas temperaturas dilatan las venas y empeoran el problema. También procura evitar el exceso de sol sobre ellas, ya que aunque en verano te guste lucir unas piernas bronceadas, exponerlas a los rayos solares tumbada inmóvil durante horas (especialmente a mediodía) provoca una vasodilatación intensa.
Mantén tu piel bien hidratada
La sequedad acentúa la sensación de picor e incomodidad. Por eso es importante no descuidar su hidratación.
Elige alimentos aliados de tus venas
La cebolla contiene una gran cantidad de flavonoides, por lo que si se consume regularmente ayuda a proteger las paredes de las venas.
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REFERENCIA CIENTÍFICAS:
LINK: Beneficio de la Manzanilla en la piel
LINK: Beneficios del aceite de jojoba
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